domingo, 21 de noviembre de 2010

RESULTADOS DE LA CONTROLOGÍA.

Capítulo extraído del libro Volver a la vida con la Contrología* de Pilates, publicado originalmente en 1945 con el título Return to Life Through Contrology, de Joseph H. Pilates y William John Miller.

RESULTADOS DE LA CONTROLOGÍA.

Sólo puede adquirirse satisfactoriamente una buena postura cuando el entero mecanismo del cuerpo está sometido a un control perfecto. La elegancia del movimiento es una consecuencia natural de ese logro. Del mismo modo que el buen funcionamiento de un motor de automóvil es el resultado del correcto montaje de sus piezas, para que opere con el mínimo consumo de gasolina y aceite y sufra un desgaste comparativamente pequeño, el correcto funcionamiento del propio cuerpo es el resultado directo de la combinación de los ejercicios de la Contrología, que dan lugar a un estado armónico que llamamos buena forma física y que se trasluce en la coordinación y el equilibrio de una unidad tripartita formada por el cuerpo, la mente y el espíritu. Ello, a su vez, nos hace adoptar la postura perfecta al sentarnos, estar en pie, o caminar, utilizando aproximadamente sólo el 25 por ciento de la energía , mientras el 75 por ciento restante, en forma de reserva de energía excedente, está “de guardia” para satisfacer las necesidades de cualquier posible emergencia.
El arte de caminar correctamente consiste principalmente tan sólo en inclinarse ligeramente hacia delante respecto de la postura erguida y colocar alternativamente cada pie delante del otro sosteniendo y equilibrando el peso del cuerpo sobre la parte anterior de la planta del pie. Tenga la precaución de no bloquear las rodillas al caminar, ya que provocaría fricciones en la columna e interrumpiría el ritmo del movimiento.
Estar en pie también es muy importante, y debe practicarse en todo momento hasta dominar la postura. En primer lugar, adopte la postura correcta, luego, cuando se canse, desplace el peso del cuerpo de un lado al otro, descansando sobre el lado “ocioso”. No empuje las caderas hacia delante ni bloquee las rodillas. Avance con un movimiento de balanceo grácil y ligero, comparable al efecto de una suave brisa sobre un campo de trigo maduro, listo para la cosecha, que ondula grácilmente desde la raíz a la espiga. No camine nunca con los hombros caídos hacia delante, ya que de ese modo se comprimen los pulmones y se presionan otros órganos vitales, se encorva la espalda, y se pierde el equilibrio creado al hacer descansar el peso del cuerpo sobre la parte anterior del pie.

Si sigue fielmente las instrucciones desde la lección de introducción, adquirirá, con seguridad, la forma física correcta y el control mental adecuado. Estará construyendo sobre los sólidos cimientos de la Contrología, edificada a su vez sobre principios científicos tan verdaderos, firmes y singulares que la ciencia y el arte de la Contrología pervivirán siempre. Al avanzar en su autoaprendizaje comprobará que nada de lo aprendido se olvida. De hecho, estos ejercicios formarán parte de su yo más íntimo, custodiados para siempre en la hondura de su mente subconciente. Quien ha aprendido a montar correctamente en bicicleta, a nadar, o a conducir, nunca tiene que preocuparse por la posibilidad de no aplicar la técnica correcta en todas las ocasiones posteriores al realizar estas actividades, por la certidumbre que emana de saber que se han recibido las instrucciones de la mejor fuente y autoridad disponibles. Del mismo modo, la adquisición y práctica del arte y ciencia de la Contrología, le infundirá una confianza que permanecerá para siempre que la necesite en el futuro. Será entonces simplemente cuestión de volver a “poner a tono” los músculos que se hayan “reblandecido” por falta de uso.

Con el cuerpo, la mente y el espíritu funcionando perfectamente, como un todo coordinado, ¿qué podría esperarse sino una persona activa, alerta, disciplinada? Más aún, un cuerpo tal, liberado de la tensión nerviosa y el exceso de fatiga, es el cobijo ideal que proporciona la naturaleza para albergar una mente equilibrada, siempre capaz de encarar con éxito todos los complejos problemas de la vida moderna. Los problemas personales se analizan con claridad y se afrontan con sosiego.
La adquisición y el disfrute del bienestar físico, la tranquilidad mental y la paz espiritual son bienes de un valor inestimable para quien los posee, si es que existe alguien tan afortunado entre nosotros actualmente. No obstante, es un ideal digno de ser buscado y, en nuestra opinión, sólo a través de la Contrología puede alcanzarse ese singular equilibrio trinitario de cuerpo, mente y espíritu. Y la confianza en uno mismo es el resultado lógico. Sabiamente, los antiguos atenienses hicieron suyo el lema romano ´Mens sana in corpore sano´. Y el pueblo griego fue aún más sabio al practicar lo que predicaba y aproximarse así a alcanzar su realización efectiva. La confianza en uno mismo, el aplomo, la conciencia de poseer la capacidad de hacer realidad los propios deseos con un renovado interés por la vida son los resultados naturales de la práctica de la Contrología. Alcanzamos así, la felicidad, ¿pues acaso no nace realmente la auténtica felicidad de hacer bien el trabajo digno de ser hecho, del placer de saber consumado nuestro empeño, del gozo del “juego” y de la paz que reporta?
Por ello, en su encomiable búsqueda de todo lo que entraña la trinidad de atributos que sólo la Contrología puede ofrecerle, no nos despedimos con un “adiós”, sino con un “hasta la vista”, unido a nuestro más sincero deseo de que su empeño le lleve a un merecido éxito y a la perdurable felicidad de usted y los suyos.

Joseph H. Pilates
1945

*Contrología: término acuñado por Joseph Pilates para describir su método, al que denominamos actual y sencillamente como “Pilates”, es decir, por el apellido de su creador (apellido que es en realidad un nombre artístico, ya que originalmente era “Pilatus”.)

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