El pasado fin de semana (13 y 14 de noviembre) oficié de traductor en el curso de Masaje tailandés dictado por Sunny Klaber, maestra de Yoga y masajista profesional de los EE.UU. Decir que Sunny es absolutamente encantadora es poco: ella brilla, literalmente. Su apodo "Sunny", significa "soleado", y la descripción le calza perfecto. Con una carcajada por demás contagiosa, nos trasnmitió de una forma muy cariñosa los principios del arte del masaje tailandés, una "meditación danzada" en palabras de Sunny.
Aprendimos varias secuencias de masajes:
- la primera secuencia de "calentamiento" (universal warm-up)con los "números mágicos" y la caminata del elefante. Luego sumando la secuencia de números: 6 en las plantas de los pies y 4 en el borde interno;
- la secuencia de brazos:parte interna y parte externa (comenzar con brazo derecho en hombres y brazo izquierdo en mujeres);
- secuencia de masaje a la planta de los pies (de pie o con los puños);
- secuencia de masaje en la espalda;
Además trabajamos algunas posturas también en parejas donde se obtiene un masaje en forma pasiva, relajándose y buscando hacer coincidir la respiración de ambas personas, acostándose uno boca abajo sobre el futón, el otro encima, espalda con espalda. Y mi favorito: relajación de cuello y cervicales: colocando los 10 dedos de las manos debajo de la nuca y permitiendo que la cabeza se relaje completamente; un excelente y realmente aliviador masaje de cuello.
Fue una experiencia súper enriquecedora, más allá de conocer a Sunny que es un sol (pun intended), descubrí un placer inmenso tanto al recibir masaje como al dar el masaje. Realmente al ofrecer un masaje uno baila con el cuerpo del otro, jugando con la descarga del peso, el relajarse, conectar con el otro. Y sobretodo apreciar la entrega que significa el masajear o el ser masajeado, una caricia para el cuerpo, la mente y el corazón.
(Extraído del manual Thai-Yoga Massage de Sunny Klaber):
El Buda enseñó que hay cuatro estados de la mente divina, o como me gusta decir, cuatro tipos de amor:
Amor benevolente (metta) ~ el amor que protege
La compasión (karuna) ~ el amor que responde
Alegría (mudita) ~ el amor que aprecia
Ecuanimidad (upekkha) ~ el amor que permite
"Estas cuatro actitudes se dice que son excelentes o sublimes porque son la manera correcta o ideal de conducta hacia los seres vivos (sattesu samma patipatti). Que proporcionan, de hecho, la respuesta a todas las situaciones que surgen del contacto social. Ellos son los removedores de gran tensión, los grandes promotores de paz en los conflictos sociales, y los grandes sanadores de las heridas sufridas en la lucha de la existencia. Nivelan las barreras sociales, construyen comunidades armoniosas, despiertan la magnanimidad dormida en el olvido, reavivan la alegría y la esperanza largo tiempo abandonada, y promueven la fraternidad humana contra las fuerzas del egoísmo "-. Ven, Nyanaponika Thera
"Todo el universo es un escenario donde tu mente baila con tu cuerpo, guiados por el corazón" Autor desconocido.
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